La nadadora chilena Bárbara Hernández, reconocida mundialmente como la Sirena de Hielo, ha vuelto a romper los límites de la resistencia humana. Esta vez, en las gélidas aguas del Canal Señoret, en Puerto Natales, donde se convirtió en la primera mujer en completar 3,84 kilómetros sin protección térmica en temperaturas extremas, marcando un nuevo hito en la natación de aguas abiertas a nivel mundial.
Una travesía bajo cero
El reto tuvo lugar con 4,5 °C en el agua y 0 °C en el ambiente, condiciones que ponen a prueba incluso a los atletas más experimentados. Lo más impresionante: Bárbara realizó el cruce sin traje de neopreno ni capas aislantes, manteniéndose fiel a su estilo extremo.
El nado comenzó a las 09:44 de la mañana (08:44 hora local). Desde los primeros minutos, su cuerpo comenzó a experimentar una caída drástica en la temperatura. Al salir del agua, fue diagnosticada con hipotermia al registrar solo 31 °C de temperatura corporal, mientras la sensación térmica exterior era de -3 °C. Aun así, logró completar el trayecto en 1 hora, 6 minutos y 15 segundos, superando la marca femenina previa registrada en Europa.
En busca de su cuarto Récord Guinness
Este logro ya ha sido postulado para ser reconocido por la Asociación Guinness World Records. De confirmarse, representará el cuarto récord mundial oficial para Bárbara, quien ya es referente global en natación extrema. El intento llega apenas un mes después de su épico doble cruce del Canal de la Mancha, donde nadó más de 27 horas continuas, consolidando así una temporada marcada por la superación y la determinación.
Más que un récord: un mensaje de fortaleza colectiva
"Fue uno de los nados más duros de mi vida. No recuerdo la parte final por la hipotermia; sabía que si me detenía podía perder la conciencia. Pero no podía rendirme", declaró Bárbara al terminar la prueba.
Más allá de la hazaña individual, la Sirena de Hielo hizo hincapié en el trabajo colectivo que permitió alcanzar este nuevo logro:
“Lo logramos gracias a cada persona que estuvo en tierra, en el agua y alentando desde el inicio hasta el final. Este nado es de todos”, agregó, visiblemente emocionada.
Inspiración que trasciende fronteras
Bárbara Hernández no solo desafía las leyes del cuerpo humano; también transforma sus gestas deportivas en símbolos de perseverancia. Cada brazada suya en aguas gélidas representa una invitación a superar el miedo, a abrazar el desafío y a creer que los límites son solo puntos de partida para lo extraordinario.
Con cada récord, Bárbara eleva el nombre de Chile y de Sudamérica en el deporte mundial, posicionándose como un ejemplo de coraje, determinación y amor por lo que hace.